¿Colores y emociones?

Ya desde tiempos antiguos se viene asociando el color al estado de ánimo, por tanto a las emociones. De tal manera que los expertos en la Psicología del Color aseguran que cuando estamos anclados en un episodio de estrés o tristeza, el hecho de ponernos ropa de un color determinado o cambiar el color de las paredes de casa, ayuda a salir del estado emocional adverso en el que nos encontramos.
Cada color tiene un significado en nuestro subconsciente, a él le asociamos toda una serie de virtudes y valores que tienden a ir de la mano de la cultura en la que vivimos. Por ejemplo, mientras que en España el amarillo en ciertos ámbitos se considera un color de superstición, en Perú es el color con el que reciben la llegada del nuevo año para que éste les sea más próspero.

"El Monstruo de colores" de Anna LLenas, un cococido cuento,  es el reflejo de la asociación que hacemos de las emociones a los colores. Me parece un cuento muy bonito, además de dar mucho juego a la hora de explicárselo a los niños, pero... ¿es correcto enviarles el mensaje de que las emociones son colores? ¿ es correcto decirles con qué colores deben identificar sus emociones?

La tristeza es azul, pero azul es el mar, el cielo,...etc. ¿El mar y el cielo aportan tristeza? esa cuestión depende de la personalidad de cada ser humano. Quizá el verde para algunos sea la calma, para mí es la esperanza. 
Cada persona es distinta la una de la otra e interpreta y gestiona las emociones acorde con su ser. Las emociones no las podemos ver, pero si las sentimos, y cada uno las siente a su manera.
Los colores pueden transmitir cosas distintas a las personas, dejemos que fluya nuestra inspiración y nuestra manera de interpretar las emociones.




Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo, un color para cada situación y estado de ánimo.

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